La edad media inicia
en el siglo I y termina en el XV, en la cual el cristianismo es la principal
religión, esta edad se divide en dos tiempos:
FILOSOFIA
PATRISTICA:
La filosofía
patrística nace de la necesidad de los primeros cristianos de ordenar sus
doctrinas y teorías teológicas a fin de defenderse de las constantes
persecuciones y ataques de los que eran objeto. También era una continuidad de
la filosofía griega, sobre la cual los cristianos o adeptos al cristianismo
afirmaban tener la verdad definitiva y absoluta. Esta es la reflexión
filosófica-teológica que realizan los santos padres la cual se centra en la
filosofía de dios y se intenta unificar la religión cristiana y la filosofía.
Se caracteriza
por la defensa racional del cristianismo frente a los ataques de la filosofía
pagana y por la aceptación de las verdades filosóficas que convienen con la
revelación cristiana.
Reinterpretan la
filosofía de Platón de la siguiente manera:
·
El uno, la fuente de todo conocer
y de todo ser. Es dios el ser supremo, omnipotente y omnisciente.
·
El nous es el intelecto de dios
con sus ideas conforme a las cuales dios crea el mundo y provee lo necesario
para sus criaturas.
·
El ser es aquí el verbo, el logos,
luego el hijo, Jesucristo.
·
El alma son Jesucristo y el espíritu
santo. Alma del mundo puesto que ilumina el caos y el mal del mundo.
·
El cristianismo es una religión y
una pedagogía una forma de conducir al hombre a la verdad.
·
La patrística o doctrina de los
padres de la iglesia acoge todo el pensamiento cristiano del siglo II al VI.
Los
representantes más importantes de esta filosofía son Justino, Orígenes y San
Agustín.
Justino, considerado el padre de
la patrística, sostenía que el cristianismo es la “única filosofía segura y
útil” y que la razón es el Verbo de Dios (Cristo).
Orígenes, un importante
sacerdote de este período, utilizó la dialéctica como método de enseñanza. Su
doctrina se considera el primer gran sistema de la filosofía cristiana.
Afirmaba la superioridad del conocimiento que resume en sí a la fe; y que la
fe, al profundizarse en sí misma, se convierte en conocimiento.
Este periodo se
desarrolla en dos:
Período de formación, que se extiende desde el siglo I
hasta la celebración del Concilio de Nicea en el año 325.
A este período
pertenecen: los padres apostólicos o primeros escritores eclesiásticos,
discípulos inmediatos de los apóstoles; los apologistas o escritores
preocupados por la defensa del cristianismo, fundamentalmente frente a los
ataques de la filosofía pagana; los gnósticos o secta religiosa cuya pretensión
de conseguir un conocimiento racional que superase la fe les llevó a la herejía
y, por último, los padres alejandrinos que llevaron a cabo el primer intento de
exponer sistemáticamente el pensamiento cristiano en términos filosóficos.
Período de apogeo que se extiende desde la celebración el
Concilio de Nicea, en el año 325, hasta el siglo VIII.
En este período
se distingue: la Patrística oriental dedicada al estudio de la existencia y
atributos de Dios, y la Patrística occidental en la que aparece la primera
filosofía cristiana, gracias a la obra de San Agustín.
San Agustín, obispo de Hipona,
basó investigación en Dios y el Alma.
Afirmaba que Dios está en el alma, por lo tanto buscar a Dios es buscar
el Alma y buscar el Alma es internarse aún más en sí mismo. Perteneció en
primer lugar a la secta maniquea formada dentro del movimiento gnóstico, más
tarde profesó su escepticismo académico que abandonó para convertirse al
cristianismo en el 386, gracias al influjo personal de San Ambrosio y al
conocimiento de la filosofía neoplatónica.
En el año 391
fue ordenado presbítero y posteriormente elegido obispo de Hipona. San Agustín
fundó un convento e instituyó una orden religiosa.
Se dedicó
principalmente a luchar en defensa de la fe, sin embargo no descuidó su formación
intelectual que le llevó a sobresalir como metafísico, historiador, teólogo,
músico y moralista.
De las numerosas
obras que escribió cabe destacar La ciudad de Dios, Retractaciones,
Soliloquios, Confesiones, Contra los académicos, La Trinidad.
San Agustín ha
ejercido una influencia decisiva hasta nuestros días. Las teorías fundamentales
de la Edad Media se apoyan en él. En la Edad Moderna, autores como Lutero,
Descartes, Malebranche y Pascal retoman alguna de sus doctrinas.
Punto de partida
de su filosofía
El fin de la
filosofía de San Agustín apunta a la consecución de la felicidad. El único
camino para obtener la felicidad es ascender progresivamente hasta el Ser
supremo partiendo de la interioridad del hombre.
De esta forma
los objetos de su filosofía van a ser el alma del hombre y Dios. Puede
concluirse que la filosofía de San Agustín está subordinada a la religión: la
filosofía y la razón necesitan de la religión y la fe. Luego la razón y la fe
van unidas y se complementan: la fe es el elemento que consolida y enriquece la
actividad de la razón.
Su filosofía ha
sido llamada metafísica de la experiencia interior puesto que la estudia desde
el interior del hombre.
Naturaleza del
hombre: el alma
San Agustín, al
igual que Platón, considera que el hombre está formado de cuerpo y alma que se
han unido accidentalmente. El alma, que es el principio vital del hombre, está
destinada a regir al cuerpo. De esta manera se mantiene la superioridad del
alma con respecto al cuerpo.
San Agustín, al
plantearse la cuestión del origen del alma , al principio sostiene la doctrina
generacionista (el alma es engendrada por el alma de los padres, al igual que
el cuerpo), posteriormente, sin embargo, se inclinaría por el creacionismo (el
alma es individualmente creada por Dios para cada cuerpo).
El conocimiento:
la verdad
A San Agustín le
preocupa el tema del conocimiento, concretamente la búsqueda de la verdad y su
justificación.
Parte del hecho
de que existe la verdad y hay posibilidad de encontrarla. De esta forma llega a
una serie de verdades de evidencia inmediata. Una de estas verdades es la
verdad de la propia existencia que se revela en la actitud pensante y puede
resumirse de esta forma: si dudo, si sueño, si me engaño, además de ser verdad
mi duda, mi sueño y mi engaño, es también verdad que existo; si no existiera no
podría dudar, ni soñar, ni engañarme.
Otras de las
verdades claras y evidentes pertenecen a la Lógica y a la Matemática, a la
conciencia y a los principios morales.
Existen otras
verdades mediatas, que necesitan demostración y a las que se llega por medio
del razonamiento.
Ahora la verdad
que busca San Agustín es una verdad total y única, eterna e inmutable, por la
que son verdaderas las cosas que lo son. Esta verdad es Dios, como ser, como
luz y como bien. Dios es la guía de la conducta del hombre y objetivo de sus
aspiraciones.
San Agustín
afirma que el fin último del hombre es Dios. Con Dios, se alcanza la felicidad.
Bajo este
supuesto, San Agustín se propone demostrar racionalmente la existencia de Dios
y determinar su esencia.
FILOSOFIA ESCOLASTICA:
Para los
escolásticos, la verdad revelada era lo dictaminado por Dios en las Sagradas
Escrituras, y la manera de acercarse a estas revelaciones era mediante aquellos
hombres iluminados por Él. Comprender la revelación divina a través de la razón
Se basó en la
coordinación entre fe y razón, que en cualquier caso siempre suponía una clara
subordinación de la razón a la fe.
La Escolástica es un método
especulativo desarrollado, difundido y cultivado en las escuelas de la Europa
del Medievo desde el Imperio carolingio al Renacimiento. Las escuelas
filosóficas que albergaron este pensamiento se localizaron en catedrales y
conventos para, más adelante y en especial durante el siglo XIII, pasar a las universidades.
En una
definición más extensa, se conoce como Escolástica al movimiento doctrinal que,
sin emplear el movimiento racional-conceptual que se enseñaba en las escuelas,
se mueve en el mismo entorno y contexto. Buen ejemplo de esto sería la mística
así como buena parte de la filosofía musulmana y judía que, a lo largo del
período señalado, entró en contacto con la filosofía de la Escolástica
propiamente dicha. El movimiento escolástico se manifestaba a través de dos
vertientes: la enseñanza y las formas literarias. La base de la enseñanza en
las escuelas fueron las artes liberales, divididas en el trivium -gramática,
dialéctica y retórica- y el quadrivium -aritmética, geometría, música y
astrología-.
Los programas
donde se enseñaban estas materias gozaban de flexibilidad y, bajo el nombre de
dialéctica se enseñaba lógica, práctica y, en general, toda la materia
filosófica y, en la retórica, se incluía también la ética, de acuerdo con la
tradición grecolatina respecto a la teoría porque, respecto al contenido,
hundía sus raíces en la Patrística.
Desarrollo de
la filosofía escolástica
La filosofía
escolástica se divide en tres períodos: formación, del siglo IX al XII; apogeo,
durante todo el siglo XIII y, finalmente, un período de transición a la
filosofía moderna. El apogeo de la Escolástica se debió en buena medida a la
labor de la Escuela de Traductores de Toledo que difundió las obras de
Aristóteles a través de las traducciones al árabe y al latín. Pese al recelo
inicial con el que fueron acogidas, terminarían por integrarse plenamente en el
conjunto de dicho sistema filosófico.
Los filósofos
más importantes de esta época fueron Juan Escoto, Anselmo de Aosta y Santo
Tomás de Aquino.
Juan Escoto opinaba que no podía
haber discrepancia entre la filosofía verdadera y la religión revelada, puesto
que la razón es quien interpreta a las Sagradas Escrituras. También expuso que
la naturaleza (conjunto del ser y no ser) se divide en cuatro partes:
·
La naturaleza creadora y no
creada, es decir, Dios.
·
La naturaleza creadora y creada,
que comprende el conjunto de las causas primordiales.
·
La naturaleza creada y no
creadora, que abarca todos los seres
creados en el tiempo y en espacio, bien sea espirituales o corporales
·
La naturaleza ni creada ni
creadora, es decir, Dios como término del universo entero y como fin último de
la creación.
Anselmo de Aosta, abad de
Normandía, señalaba que hay que creer para entender y no al contrario, puesto
que en la fe descansa el conocimiento. Sostenía también que es imposible negar
la existencia de Dios, porque Dios es el Ser del cual nada mayor puede pensarse
y, partiendo de esto, el negar Su existencia implicaría afirmar que existe algo
mayor que Él, por lo que estaría reafirmándose la idea que sí existe en
realidad.
Santo Tomás de Aquino opinaba
que, aunque la filosofía y la teología eran ciencias distintas, no podía haber
entre ellas ningún conflicto porque sería una discordia dentro de la verdad.
Fue de los que
intentaron unir la filosofía de Aristóteles y el cristianismo, creo la gran
síntesis entre la fe y el saber. Pensó que no tenía por qué haber una
contradicción entre lo que dice la filosofía o la razón y lo que nos revela la
fe. Muy a menudo el cristianismo y la filosofía nos dice lo mismo por lo tanto
podemos con la ayuda de la razón llegar a las mismas verdades que las que nos
cuenta la biblia. Pensaba que basándose
en la filosofía de Aristóteles podía probar la existencia de dios.
SOPA DE LETRAS
1.
Representante más importante de la
filosofía patrística.
2.
Filosofía que intenta hacer una
síntesis entre la misma y la religión.
3.
Representante más importante de la
filosofía escolástica.
4.
Sostenía que el cristianismo es la
única filosofía segura y útil.
5.
Filosofía de la razón
6.
Expuso que la naturaleza se divide
en cuatro partes.
7.
Escolástica, movimiento filosófico
y…
8.
Utilizo la dialéctica como método
de enseñanza.
9.
San Agustín se basa en la forma de
pensar de un filósofo, ¿Cuál era?
10.
A quien cristianizo tomas de
Aquino
11.
Señalaba que hay que creer para
entender y no lo contrario puesto que en la fe descansa el conocimiento.
12.
En cuantos periodos se divide la
filosofía escolástica.
13.
Según san Agustín con quien se
alcanza la felicidad
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